¿Otra vez acné? ¡Mira cómo la cosmética puede ayudarte!

La piel tiene muchos poros que son imprescindibles para su buen funcionamiento. A través de ellos, las glándulas sebáceas generan sebo, una sustancia oleosa encargada de lubricar tu piel (y el cabello).

El taponamiento total o parcial de estos poros, puede suponer un antes y un después para tu piel. Pues, cuando esto ocurre, se rompe el equilibrio microbiótico.

Sin este equilibrio las bacterias, que se encuentran en su salsa y hacen de las suyas, dan lugar a los nada estéticos puntos negros y granos. Y si no se consiguen mantener a raya, ya podemos decirle hola al fastidioso acné.

En el artículo de hoy te contamos todo sobre el acné y, lo más importante, como la cosmética puede ayudarte a prevenir o mitigar sus efectos. ¡Vente! Te prometemos una lectura amena y con muchos aprendizajes.

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¿Otra vez acné? ¡Mira cómo la cosmética puede ayudarte!
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¿Qué es el acné?

El acné es una enfermedad común de la piel. Se estima que entre el 80-85% de la población, lo ha padecido alguna vez a lo largo de su vida.

Se produce en los poros de la piel, es decir, en los folículos pilosos, que son estructuras complejas en forma de saco, dónde nace el pelo y el vello, y que se abren al exterior en la capa más externa de la piel, la epidermis. Tenemos folículos pilosos en toda la superficie de nuestra piel, excepto en las mucosas, las plantas de los pies y las palmas de las manos.

Aunque con la llegada de la pandemia y el conocido maskacné, cambiaron un poco las tornas, en la mayoría de los casos, el acné tiende a desaparecer alrededor de los 30 años.

Es habitual que los brotes de acné aparezcan en la cara, aunque también lo pueden hacer en la espalda, los hombros y el pecho, que son las áreas de la piel con mayor cantidad de glándulas sebáceas. Según su gravedad, puede causar no solo problemas en la piel, como granos, puntos negros o cicatrices, sino que también puede dar lugar a problemas emocionales.

Pero, ¿por qué se produce el acné?

Pues, habitualmente se debe a que los poros se taponan con la grasa que producen las glándulas sebáceas, con pelos, suciedad y/o con células de piel muertas.

Esta obstrucción se denomina comedón o espinilla. Y así, de forma relativamente fácil, se crean las condiciones idóneas para que las bacterias de tu piel hagan de las suyas. ¡Qué traviesas!

Ante esta rebelión, tu cuerpo reacciona y se produce entonces una batalla campal, entre defensas y bacterias. Y como toda batalla, deja un rastro a su paso.

¿Resultado? Si el poro está parcialmente obstruido, se forma el conocido punto negro. Si está completamente obstruido, aparece un grano rojo y doloroso, y por qué no decirlo, ¡puñetero!

La rojez se debe a la producción de sustancias irritantes, por parte de la bacteria Cutibacterium acnés, desencadenando la inflamación. Cuando estas inflamaciones son más profundas, los granitos se transforman en abscesos o puntos blancos (acné miliar) o incluso pueden llegar a formarse quistes (acné noduloquístico).

¡Uf! Entonces, ¿qué factores contribuyen al desarrollo del acné?

Normalmente las causas habituales son:

  • Exceso de producción de sebo (grasa).
  • Acumulación de células muertas.
  • Sobrecrecimiento de bacterias por alteración microbiótica.
  • Obstrucción del poro.
  • Antecedentes familiares, pues, tiene un componente hereditario.

También hay otros factores que lo pueden desencadenar o empeorar, como, por ejemplo:

  • Los cambios hormonales (pubertad, embarazo, menstruación, síndrome de ovario poliquístico).
  • El uso de algunos medicamentos.
  • La edad.
  • El estrés.
  • La alimentación.
  • La contaminación ambiental.
  • La humedad o el sudor.
  • Tocar, frotar o presionar la piel con fuerza y de forma constante.

¿Qué tipos de acné existen?

Según su gravedad, es decir, el número y el tipo de lesiones, hay tres tipos:

  1. Acné leve: presenta unos cuantos puntos negros o blancos no inflamados, o un número moderado de granos con una irritación y/o infección leve. No suele dejar cicatrices.
  2. Acné moderado: presenta las mismas características que el acné leve, pero en proporciones superiores.
  3. Acné grave: el que mayor número de puntos negros o blancos presenta, más inflamados y/o infectados que en los casos anteriores. Además, pueden aparecer quistes. Suele dejar cicatrices, que van desde pequeños agujeros profundos, a marcas anchas e irregulares de profundidad variable. También pueden darse cambios de coloración en la piel.

¿Te estás preguntando cómo te puede ayudar la cosmética?

Evidentemente, y para que quede claro, nunca va a curar el acné. ¡No! La cosmética no es un medicamento. Pero lo que sí puede hacer, es ayudar a prevenir la aparición de estas molestas imperfecciones, así como a mitigar y mejorar el aspecto de la piel con tendencia acnéica.

La forma de hacerlo es actuando en los puntos clave, para evitar su desarrollo o para mejorar el aspecto de la piel en caso de presentar signos.

Por ello, estos activos deberían tener estas propiedades:

  • Queratolítica: ejerce un efecto peeling, es decir, elimina células muertas de la piel e impide que los poros se obstruyan.
  • Seboreguladora: controla la producción de sebo y evita un exceso de grasa en la piel.
  • Calmante: mantiene a raya las rojeces e irritaciones que acompañan a los granos.
  • Regeneradora: mejora el aspecto de las cicatrices debidas al acné.
  • Despigmentante y/o unificadora del tono: trata las manchas en la piel producidas por el acné.
  • Purificante: limpia en profundidad.
  • Equilibrante del microbioma: asegura un correcto equilibrio entre los microorganismos presentes en la superficie de la piel.

Así que, mantener tu piel en perfectas condiciones, reduciendo la probabilidad de que aparezcan los indeseables granos o puntos negros, ¡es posible! Incluso mejorar el aspecto de las pieles con tendencia acneica.

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  3. Glycolic BioCaps™, activo exfoliante y renovador progresivo.
  4. RetinAl BioCaps™, acelera el proceso de renovación celular, previene la hiperqueratinización, reduce el tamaño de los poros, regula la producción de sebo y ayuda a evitar la proliferación de bacterias involucradas en el acné. Haz click aquí para saberlo todo de este activo.
  5. Zinc PCA BioCaps™, agente anti-seborréico, matificante y limitador de la proliferación bacteriana.

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Resumiendo…

El acné es una enfermedad de la piel habitual y que puede presentarse en distintos niveles de gravedad.

La cosmética puede ayudar con activos que previenen la aparición de estas molestas imperfecciones, y también pueden mitigar y mejorar el aspecto de la piel con tendencia acnéica.

Así que, ahora que conoces los beneficios de los activos encapsulados de iMstant, y de todo lo que la cosmética personalizada efectiva y segura te ofrece, te preguntamos:

¿Quieres hacer el test para escuchar qué necesita tu piel y tratarla de forma integral?

¡Nos encantará que nos lo cuentes en los comentarios!

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